viernes, 6 de noviembre de 2009

Catar o el placer del "análisis sensorial"

"El glotón es el sujeto menos estimable de la gastronomía porque ignora su principio elemental: ¡El arte subliminal de masticar!" (Honoré de Balzac)



Tal como describí en este espacio la semana del 10 de Septiembre, el placer de catar no esta reservado al vino, hoy me consigo en la edición virtual del diario vasco que el señor Juantxo Unanua nos informa que este sábado celebraremos la 25 edicion de la cata de la morcilla de Beasain , homenaje a los Chacineros Reyes de la Morcilla, ( charcuteros o salchineros) , este encuentro anual ha permitido que la morcilla ( llamada Beasindarra) haya sido elevada a la altura de ingrediente gastronómico.

Si bien el análisis físico y químico lo realizan los laboratorios, en los procesos de cata son los sentidos del catador los que entran en juego donde el factor que buscamos es la amonía. He participado en catas de vino, de aceite de oliva, de café y de chocolates, pero la más especial de todas es la cata de hallacas que promueve mi abuela desde que dejo de hacerlas ella. El ritual consiste en comprar de varios proveedores y sentarse en familia para decidir a quien le van a hacer el honor de comprarle para navidad y año nuevo.

El proceso de cata es un juego de los sentidos vs la expectativa que se forma el catador en su mente basado en sus experiencias tempranas, de lo que debe ser, y el mayor rango se obtiene cuando el conjunto muestra todo su esplendor por encima de los detalles.¿ Como asi?, pues piense en la morcilla y dígame si no le sorprendió verla tan elegantemente presentada en la foto que nos acompaña el dia de hoy.

Hacer una cata de lo que prefiera es un excelente motivo para reunirse con los amigos y disfrutar en grande.




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