Es probable que el cerdo de raza ibérica proceda del jabalí montés y salvaje de tiempos mesolíticos, a través del pastoreo y la cría fue domesticado en granja, que poco a poco fue llegando a la excelencia. Por eso cuando una persona se sienta en un bar y pide ¨una de Jabugo¨ se sabe que esta pidiendo una ración o tapa de ibérico aunque la pata que tenga al corte sea de distinta procedencia. Y como con Jerez o Cognac ¨de Jabugo¨ se ha convertido en sinónimo de excelencia. El pueblo ha cedido su mas preciado tesoro su nombre, como la máxima expresión del jamón ibérico.
En Jabugo se dan cita circunstancias irrepetibles y únicas, que están fundamentalmente enlazadas a su clima. un clima que permite a los animales mejor solaz y alimentación en los sotos, ofreciendo condiciones no extremas a los jamones en fase de curación en el interior de los secaderos y bodegas de la zona. Las mayores diferencias de temperatura y de humedad entre el día y la noche, en especial durante los calores del verano, son causa de un intenso sudado de la carne de los perniles y la penetración de la grasa por los toda la extension lo cual le perfuma y dota de su apariencia y jugosidad características.Incluso la microflora que se produce opera en el proceso de maduración, fijándose a la superficie de los jamones, algo que es también especial en la zona.
Todos estos factores se unen a los habitantes del pueblo, no mas de 2 mil habitantes que viven por y para el jamón pasando los secretos de generación en generación.
Todo esto hace que el jamón de Jabugo sea uno de los mejores representantes de los ibéricos.
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